martes, 27 de noviembre de 2012

Súper Bacterias entre nosotros



Súperbacterias: ¡Somebody save me!

Pero a diferencia de los superhéroes venidos de otros planetas, las súperbacterias no nacen, se hacen.
Son el producto de muchas mutaciones enfocadas a resisitir el efecto de los antibióticos sobre ellas. Como lo vimos en el tema de “Uso y abuso de Antibióticos en México”, mientras nosotros como seres humanos podemos modificar situaciones metabólicas y genéticas en 20 años promedio, las bacterias tienen cambios generacionales cada 20 minutos (dependiendo el genero y especie claro). Pero la ventaja es abismal.
Aún es considerado un problema menor para las autoridades de salud o al menos así lo mantienen ante la sociedad, sin embargo el nivel de muertes alcanzado año con año aumenta sensiblemente y llegará el día en que se torne tema de relevancia y dominio público.
Esta carrera de resistencia entre los antibióticos y los microorganismos es una carrera que todos los científicos esperaban, ya que es una ley darwiniana que los seres vivos evolucionaremos para poder sobrevivir a las dificultades del medio, sin embargo, esta resistencia se está dando mucho más rápido de lo que esperaban.
Todos los países del mundo tienen programas de investigación para descubrir nuevas moléculas para combatir infecciones, incluso derivadas de organismos que nunca nos pasarían por la mente, como las cucarachas. En estos bichos rastreros tan odiados por la mayoría, se han encontrado sustancias antibióticas con potencial para ser usadas en esta nueva lucha contra la resistencia bacteriana.
Superbacterias conocidas hasta el momento:
Staphylococus aureus: se encuentra colonizando mucosas y piel, y posee el mecanismo de resistencia mas fuerte, volviéndose resistente a la penicilina a 4 años de su decubrimiento y producción en masa.
Klebsiella pneumoniae: como su especie lo dice, es uno de los terrores de los hopitales al colonizar a los enfermos inmunodeprimidos causanoles cuadros de neumonía.
Micobacterium tuberculosis: causante de la enfermedad del mismo nombre, ha causado muertes en lugares aislados del planeta, al descubrirse cepas súper resistentes al tratamiento convencional.
Acinetobacter  baumanii: ingresa a través de heridas en la piel y coloniza el cuerpo provocando septicemia. Se ve más comúnmente en los lugares donde hay guerra y recientemente se han encontrado cepas súper resistentes.
Clostridium difficile: Microorganismo anaerobio que causa un sinfín de problemas intestinales e intoxicación.  Se encontró en Estados unidos y Canadá organismos resistentes.
Enterococcus faecalis: Provoca gastroenteritis agudas
Escherichia coli: Provoca diarrea, disentería, y cuadros de gastroenteritis aguda. Es uno de los microorganismos más comunes.
Se ha detectado un gen que codifica para una enzima llamada metalo-betalactamasa de Nueva Delhi, la cual confiere resistencia a los microorganismos que logran asimilarla y utilizarla contra los antibióticos beta-lactámicos e incluso a los potentes carbapenémicos.
Y el problema no para ahí : a pesar de que se tienen programas en todo el mundo buscando nuevas opciones de medicamentos, el hecho de que en unos años estos provoquen resistencia, deja de ser atractivo para los laboratorios farmacéuticos, quienes apuestan cada vez más al desarrollo de fármacos para padecimientos crónicos como diabetes, hipertensión, etc, donde si inversión está segura.
Si consideramos que de 5,000 moléculas estudiadas solo 1 logrará llegar a la etapa de pruebas clínicas en humanos y que este índice de investigación disminuirá por intereses monetarios de los grandes laboratorios, el panorama luce más sombrío aún.
Y aunque la resistencia de los microorganismos es un futuro previsto, hay sencillas acciones que se pueden llevar a cabo para retrasar esto lo más posible:

1)      Evitar la automedicación.
2)      Evitar consumir carne y productos animales totalmente procesados que se sospeche que hayan sido alimentados con antibióticos (los antibióticos aumentan el peso de los animales entre un 10%-15%)
3)      Terminar el tratamiento COMPLETO recetado por el médico. Muchas veces no es la automedicación sino los tiempos inadecuados de medicación lo que provoca la resistencia. La gran mayoría de los pacientes deja de tomar el antibiótico cuando nota mejoría.
4)      Observar las medidas básicas de higiene tanto en casa como en los establecimientos donde decidimos comer. Una comida puede hacer la diferencia si no revisamos bien donde lo hacemos.
Hay muchas cosas por hacer aun, esta batalla apenas comienza.

¡Feliz mitad de semana!

No hay comentarios: