Teniendo todo el panorama claro de su paso por el cuerpo
entonces podemos deducir cuales son los puntos donde puede verse afectada su
potencia anticonceptiva:
1) Alteraciones en el sitio de absorción: como
vimos, la absorción intestinal tiene gran importancia en la función y vida útil
del etinilestradiol, entonces eventos como una diarrea, vómito, y cambio en la
población bacteriana en el intestino producto de estar bajo tratamiento con antibióticos,
pueden influir en la cantidad y biodisponibilidad del mismo. 2) Alteración enzimática a nivel hepático: En este
rubro la cantidad de fármacos que influyen el en hígado y modifican, retardan o
aceleran el metabolismo es muy amplia y no está sujeta por supuesto solo a los
antibióticos. Los anticonvulsivantes, barbitúricos y la Rifampicina incrementan
la actividad del citocromo P450 hepático, encargado de la hidroxilación del
etinilestradiol y favoreciendo su eliminación del cuerpo.
También cabe esperar que si hay
medicamentos que favorecen la eliminación de esteroides, los hay también que
retardan su eliminación y potencian sus efectos secundarios no benéficos sobre
el sistema circulatorio.
Ahora volviendo a la
idiosincrasia de cada persona, debemos entender que aparte de todos estos
mecanismos generales, en cada persona se pueden ver influidos por muchísimos
más factores no farmacológicos. Cada mujer llega a conocerse muy bien a sí
misma, y sabe si es lo suficientemente
fértil como para tomar una prevención adicional al empezar un
tratamiento farmacológico nuevo, si esta
en condiciones de arriesgarse y poder afrontar la llegada de un nuevo miembro a
la familia, o si su cuerpo está debidamente preparado para recibir una nueva
vida.
Muchas veces los médicos conocen
muy bien a su paciente y pueden decirle con confianza, está bien, no pasa nada,
porque conocen lo pormenores fisiológicos de su paciente, en otras en cambio
saben que no pueden arriesgarse con ellas y es mejor advertirles, de cualquier
manera, los médicos son humanos y pueden olvidar considerar estas situaciones y
es la mujer la más interesada en
consultar estos temas con su facultativo.
Además de que es importantísimo, informar al
médico de todos los detalles en cuanto a los productos que consumimos hayan
sido recetados o no.
La opción en este caso NUNCA será
aumentar la dosis de anticonceptivos ante una situación de terapia adicional,
sino utilizar un método de barrera (condón), para evitar efectos adversos,
sobredosis y daños colaterales de la sobre medicación.
No es recomendable utilizar
ningún otro método adicional que involucre sustancias hormonales en el cuerpo,
por lo que queda únicamente el preservativo para quedar protegidas durante el
tiempo que dure la terapia y dependiendo de el antibiótico consumido, hasta
10-12 días después de haber terminado la terapia y hasta 30 días después si la
terapia fue con Rifampicina.
Diversos estudios agrupan a los
antibióticos dependiendo de su potencial para disminuir la potencia de los
anticonceptivos y son los siguientes:
Categoría A: Rifampicina, único
antibiótico que se ha comprobado que reduce los niveles plasmáticos de
estrógenos.
Categoría B: Están en
controversia ya que estadísticamente no hay conclusión respecto a si son la causa real del fallo en la anti concepción, estos son: Ampicilina, amoxicilina, metronidazol y
tetraciclina.
Categoría C: Se han encontrado
solo raras concordancias de estos antibióticos con la falla en la
anticoncepción: cefalexina,
clindamicina, dapsona, eritromicina, grisefulvina, isoniazida, trimetroprima,
quinolonas.
Categoría D: Antibióticos que
según estudios, no han tenido ningún efecto sobre los anticonceptivos:
ampicilina, cirpofloxacino, claritromicina, doxiciclina, metronidazol,
ofloxacino, y tetraciclina.
Insisto una vez más: el hecho de
que un antibiótico de cualquier categoría pueda ser un riesgo para el buen
funcionamiento del anticonceptivo está únicamente en nuestras características
individuales. ¡No te compliques! ¡Platícalo con tu médico!
Fuentes:
1)Esther Martín Aurioles, José
Pedro de la Cruz Cortés, José Antonio,
González Correa, “Antibióticos y anticonceptivos: ¿una interacción
relevante?” Actualidad en Farmacología y Terapéutica, marzo 2011 vol. 9 No. 1 pag.
45
2) Archer JSM, Archer D. Oral contraceptive
efficacy and antibiotic interaction: A myth debunked. J Am Acad Dermatol 2002;
46:917-23.
3) Dickinson BD, AltmanRD, Nielsen NH, Sterling
ML. Drug Interactions Between Oral Contraceptives and Antibiotics. Obstet Gynecol
200; 98:853– 60.
4) Antonio Cano, Alberto
Cabrero Rouroa, Luis Iglesias Cortit, “Manual de Anticoncepción hormonal oral”
Sociedad española de contracepción.
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